Las superestrellas internacionales Tokio Hotel han revolucionado el panorama musical. Tras haber colocado cuatro sencillos y dos álbumes en el primer puesto, y haber vendido casi 3 millones de copias en formato CD y DVD en su país natal, se han convertido en el mayor fenómeno salido de Alemania en los últimos 20 años. ¡Y pensar que grabaron su primer CD cuando apenas tenían de 13 a 15 años! Como grupo que está más allá de las diferencias culturales, el fenómeno Tokio Hotel ha atravesado la barrera del idioma y ha originado un frenesí arrebatador en Francia, España, Italia, países escandinavos, Rusia e Israel. En Austria y Suiza, Tokio Hotel ha conseguido cuatro discos de platino y, en Francia, un público de 500.000 personas coreó sus canciones delante de la Torre Eiffel. Uno tras otro, los países europeos han ido siendo testigos del progreso gradual del grupo, que ha pasado de actuar en salas a estadios en cuestión de meses. Agotaron las localidades de 43 conciertos, con un público de más de 400.000 seguidores en su país natal, y protagonizaron la gira de debut más exitosa de toda la historia musical alemana.
Con su debut estadounidense "Scream" ya a la venta, el rock melódico de Tokio Hotel fluye sin esfuerzo entre contagiosos ritmos a la guitarra e himnos llenos de fuerza, y temas estilo pop de cadencia intermedia y baladas más introspectivas. ¿Que es lo que todas sus canciones, por diversas que sean, tienen en común? El mensaje que siempre lanzan. "Don't Jump" es una canción en contra del suicidio, que lanza el mensaje de no claudicar; mientras que el tema "Scream", que abre el álbum, está marcado por un potente guitarreo y trata de "decir lo que quieres o, incluso mejor, decirlo a gritos para que se te entienda bien", explica Bill. El tranquilo, a la par que potente, "Rescue Me" trata de la impotencia que se siente cuando una relación se desmorona en tu cara; mientras que el agradablemente ralentizado "Monsoon" trata de problemas surgidos con un amigo íntimo o alma gemela ―en el sentido de aguantar todo lo que la vida te ponga por delante― y afrontar los contratiempos, superarlos de forma positiva.
Cuando el grupo se formó en Magdeburg, Alemania, en 2001 (bajo el nombre de Devilish, al principio), según confiesan ellos mismos, no sospechaban ni por asomo que fueran a ganar todos los premios más prestigiosos del panorama musical alemán. "Nunca pensamos un plan B", explica Bill, "la música es lo único que conocemos". El guitarrista Tom añade: "tocar en directo lo es todo para nosotros. Así empezamos hace tres años... tocando nuestros temas en pequeñas salas y bares, a veces con un público de cinco personas. Ahora las tornas han cambiado por completo. Se han agotado las localidades para estadios y para los sitios más grandes que te puedas imaginar. Este increíble éxito es duro de asimilar, aunque damos gracias cada día por vivirlo".
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